En 1255 Jaume I recaudó 3000 sueldos para la construcción de la muralla.
El Torreón del Pi se encuentra entre la Calle Alzira y San Rafael de Gandia y es visitable por su exterior.
A diferencia de otras localidades de la Safor, Gandia fue fundada tras la conquista cristiana, por lo tanto es una ciudad de nueva planta. Por ello podemos tener constancia documental de muchos hechos, tales como su fortificación. El nuevo asentamiento se protegió rápidamente con un recinto amurallado. En el 1255 Jaime I recaudó 3000 sueldos para la construcción de la muralla y Jaume II concedió el 1308 una excepción en el pago de impuestos para concluir la obra el levantamiento de las murallas.
Este primer recinto se caracteriza por un trazado más o menos rectangular rodeado de foso, con torres de planta cuadrada y rectangulares en los ángulos y dispersos regularmente por todo el trazado. La técnica constructiva empleada es la tapia.
El duque Francisco de Borja dejó una fuerte huella en la ciudad. Quedan numerosas muestras de su mandato, como el Torreón del Pi, una de las torres defensivas que protegían la ciudad.
La mayor parte de las murallas fueron destruidas o utilizadas como muros en la construcción de nuevas edificaciones en el s. XIX. Permanecen torres y elementos escondidos entre las casas del centro histórico. Por el lado del río Serpis podemos ver parte de la muralla.
Actualmente el Torreón del Pi, conocida en Gandia como Torrejó del Pi, acoge la “Llamada” Fallera, donde se invita a la ciudad a participar en las Fallas.